“Hay territorio desde el momento en que hay expresividad de ritmo.”

-Gilles Deleuze y Félix Guattari, Mil Mesetas.

Hemos querido incluir una perspectiva muy amplia del término territorio: los fotógrafos que aquí presentamos lo llevan desde la inmediatez de la delimitación de un terreno y las formas de dibujarlo mediante cartografías fotográficas, hasta pasar por las complejas dimensiones de subjetivación que implican la creación de un territorio. Pues pensamos en el territorio como un amplio espectro en términos de sus complejidades físicas y geográficas, en las delimitaciones políticas, en las propiedades del comportamiento que producen y de los acontecimientos que señalan. El territorio porta enormes posibilidades como contenedor de una comunidad, que se rigen por un lenguaje y costumbres comunes derivadas de la repetición a lo largo del tiempo, pero también puede construirse como un universo individual, regido por reglas propias. Expandimos el territorio al campo de la intimidad, donde habitan lo familiar y lo ominoso, lo pensamos como potenciador de subjetividad y como generador de conflicto, como delimitador del deseo y de la memoria, y también como experiencia estética. Siguiendo a Deleuze y Guattari, el territorio puede ser un agenciamiento colectivo de enunciación pero también puede ser un agenciamiento maquínico del cuerpo individual, opuestos que se encuentran continuamente en reciprocidad. En lo cotidiano nos movemos entre estas distintas fases de lo territorial: del territorio colectivo regulado por leyes escritas y tácitas, pasamos al espacio íntimo regulado por las dimensiones del deseo, cruzamos el umbral de un territorio para adentrarnos a otro, a veces desconocido.

Los fotógrafos aquí presentes plantean a través de su mirada fronteras particulares de lo territorial, donde se configuran los espacios de la identidad, de lo espiritual o lo moral, de la ley y de la vigilancia, de lo público y de lo íntimo, de los bordes entre la memoria y el archivo, de la historia del progreso y del uso de la tierra, de lo político.

Con esta edición buscamos potenciar los campos circunscritos de la imagen, mientras los territorios que describen se cruzan y se enriquecen.

Adam Wiseman y Oswaldo Ruiz